Una palabra corta de decir,y agradable de escuchar, porque lleva consigo buenos recuerdos de vacaciones, momentos de fiesta, de familia, de encuentros, de amigos. A la Naturaleza también le gusta y aprovecha el buen clima que acompaña este tiempo para seguir creciendo, florecer y dar fruto.
Verano para nosotros es tiempo propicio para aprender de la Naturaleza. Es tiempo de afianzar raíces y seguir creciendo. Afianzar raíces de familia, de amistad, raíces que sostienen y alimentan, raíces que son historia y presente, raíces propias de cada uno y que cada uno ha de reconocer. Respetarlas y ,dejarles su ámbito hace que se pueda seguir creciendo. Y , aprovechar las oportunidades, nos permite florecer en belleza, en entrega y nos facilita dar fruto que alimente nuestro entorno y ayude a mejorarlo.
Gracias verano por tus sencillas lecciones, sabidas, aunque no siempre llevadas a la práctica.